Wednesday, December 12, 2007

Raíces

Me preguntaste si no tenía ganas de dejar de andar, de echar raíces. Te dije que no, pero lo cierto es (sí, todos mentimos alguna vez, y parece que esta vez era la mía) que me encantaría poder echar raíces. En realidad no soy más que un puñado de raíces buscando tierra.
Dejame creer que sos tierra, dejame echar raíces en vos.

Monday, December 3, 2007

Boca III (haiku)

Sonrisa tibia
esperanza despierta
entre tus labios.

Boca II (haiku)

Boca que duerme
el sueño efímero
de un ósculo.

Boca I (haiku)

Sobre tu boca
silencios de antaño
se harán eco.

Friday, November 30, 2007

De Planetas

Dicen que a veces los planetas
Giran tan rápido que se salen levemente de sus órbitas
Y se rozan, se raspan
Se escucha un"cjjjjj" de granito y mica
En el silencio de la vía láctea
Y hasta se ven algunas chispas

Y después
Despacio se acomodan
Retoman sus respectivas órbitas
Y todo vuelve a la normalidad
A veces, a veces no.

Saturday, November 17, 2007

Daniet

Daniet, con el tiempo se nos van extinguiendo algunas dudas y también algunas certezas, o será que somos nosotros los que nos vamos extinguiendo, él dice que su enfermedad, yo creo que son los médicos los que nos inventan enfermedades pero los colores, me acuerdo cuando le trataba de explicar qué es el violeta, cómo va a entender un daltónico lo que es el color violeta pero al final lo entendió, y yo estaba tan orgullosa de él pero también de mí, porque andá explicale a un daltónico lo que es el violeta, fueron días de arduo trabajo pero al final. Y el verde, se levantaba a las siete de la mañana para irse con la bicicleta a fotografiar el verde, solo, claro, porque ninguno de nosotros se iba a levantar a semejantes horas de la madrugada un sábado y la gata, te acordás cuando la encontramos maullando en la vereda, dijimos si nos sigue hasta la esquina la llevamos y la muy guacha nos siguió, era hermosa y él le hablaba bajito al oído cuando la vino a buscar, yo le decía nubecita porque era una cosa blanca que no se entendía bien dónde empezaba y dónde terminaba de tanto pelo espumita blanca, él la peinaba todos los días y le decía cosas de lo más empalagosas, tanto que al final la gata se terminó creyendo que de verdad era una condesa o algo y te miraba así como desde arriba, ahora la bicicleta oxidada, hace exactamente un año que está atada debajo de la escalera, nadie la saca a pasear, la cámara debe estar debajo de todos esos papeles juntando polvo, y la gata. La gata hace mucho que, pero claro, si hace tanto que no la peina y yo creo que ni siquiera la mira, anda arrastrando las patitas sin decir nada y ya no te mira desde arriba, hace unos días que se hace pis encima, parece una nubecita mojada, ese algodón de azúcar que comíamos de chicos. Se chamuscaba todo cuando lo tocábamos, decime cómo fue que se extinguieron la gata, el violeta, la bicicleta, el verde, explicame adónde se van las cosas cuando se extinguen, dónde está él, dónde estás vos, vos también te has extinguido para él porque ni siquiera querés saber, a veces preguntás por compromiso, aunque ya falta poco para que el compromiso también se extinga, pero no te culpo, yo se lo estuve diciendo, gritando casi durante tanto tiempo pero él me escucha como desde lejos, prefiere hacerle caso a los médicos que le extinguen las enfermedades aunque también le extinguen todo lo demás, ahora no le digo nada pero lo miro y me dan tantas ganas de llorar, pero daniet, tampoco lloro porque se ve que también el llanto se me ha ido extinguiendo con el tiempo.

Saturday, November 10, 2007

En el Edén

Desde que Caín mató a Abel, ya nada sería lo mismo. El Edén, que había sido hasta ese entonces un jardín diáfano y luminoso, tenía ahora ciertos sectores de sombra en los que ni siquiera Dios podía ver con claridad qué era lo que había ocurrido, y Caín, que había sabido ser un hombre simple y de risa fácil, llevaba ahora el ceño fruncido.

Nadie conoció nunca los motivos por los cuales tuvo Caín que matar a su hermano; Caín nunca quiso hablar de ello, tal vez por haber sido el único sobreviviente en esa historia de a dos. Abel, claro está, nunca habló de ello por haber estado muerto, aunque tampoco sabemos con certeza qué hubiese dicho en caso de haber quedado vivo.

Sus padres seguirían siendo los míticos Adán y Eva que ya todos conocíamos, pero sus rostros reflejaban ahora una tristeza nunca antes vista en el Edén. Sospecharían ellos las razones de la discordia entre sus dos hijos? Seguramente sí, pero prefirieron callar, y cuidar de su Caín, que era lo único que les quedaba.

Continuaron sucediéndose los años en el Edén. Continuaron sucediéndose sus vidas, cada uno con su pequeño pecado, con su pequeño silencio. Cada uno con su pequeño sector de sombras en algún rincón del alma.

Con los años fueron multiplicándose los hombres en el Edén. Y con los hombres, las sombras.

Hoy ya poco queda de aquel jardín diáfano y luminoso. Hoy la sombra lo cubre casi todo.

Wednesday, November 7, 2007

Soledades

...¿y si tu soledad
caminando cabizbaja en una tarde cualquiera
tropieza
con mi soledad
que camina distraída
con los pantalones deshilachados y el flequillo revuelto
de sensaciones confusas
y si se miran
y se reconocen
y se saludan
y se van a tomar algo
y terminan hablando
de correlatividades teóricas y de fantasmas
y de tranvías que se pierden en la niebla
y si después se toman de las manos
y se van caminando juntas
por ese laberinto parageométrico que es la ciudad
y si nuestras soledades...?

Thursday, November 1, 2007

Fragilidad

Flores dibujadas en el marco de la puerta, en los cajoncitos de los muebles, en las cajitas de madera en las que guarda el té de yuyos de la selva de la India. Como si su existencia fuera en primavera.

Ella no lo sabe.

Prefiere esta agonía tibia que ella llama vida, el libro "Las 48 diferentes maneras de respirar" apilado entre otros sobre el estante, en el sótano el vestido de casamiento de su abuela. La señora del almacén va a festejar el año nuevo en un restaurant, y claro, si se pasa todo el día encerrada en ese almacén, que salga por lo menos una vez al año.

Ella no entiende nada.

Prefiere usar palabras misteriosas, como si el misterio fuera dulce de frambuesas. Cree que lo importante es la conjunción de los astros, el pan casero y el Tai Chi Chuan. Y la sabiduría celta, la cual no entiende muy bien de qué se trata, pero sabe que nunca falla.

El tiempo pasa, y ella no aprende nada.

El miedo, como un intruso, toca a su puerta de vez en cuando. Ella mira por la rendija y no lo reconoce, por eso no le abre. Cree que es equivocado. Si mirara mejor, talvez encontraría una expresión familiar, una razón para abrirle. Pero ella prefiere sonreír, y seguir hablando del misterio. Si realmente supiera lo que es el misterio, si lo pudiera sentir por un instante, huiría despavorida de esa casa.

Ella no quiere ver que a sus espaldas hay un escenario que se desarma para dar lugar a otro, que se arma rápidamente, aunque en silencio.

No sabe que en unos pocos minutos, su pequeña y frágil vida se convertirá en una odisea.

Sunday, October 7, 2007

Especial

Yo siempre supe que era especial, lo que pasa es que la gente no se da cuenta. La gente es así, es medio tonta la gente. Y bueno. Suerte que Mariana es diferente.

Yo nací en una fábrica, ahí era medio feo, porque había mucho ruido. Y además eran todas iguales. Pero yo siempre supe que yo era distinta. Yo se lo decía a ellas, pero ellas no me creían. Y bueno.

Después nos pusieron a todas en una caja, y era un lío. Estábamos todas amontonadas, y no se veía nada porque estaba todo oscuro. Y cuando nos llevaban en camión era un mareo! Menos mal que ya se terminó esa época.

Después estábamos en un negocio re lindo en un shopping, pero no vi cómo llegamos ahí porque estaba todo oscuro en la caja. Yo quería que me pusieran en la vidriera, pero la pusieron a la otra. Y bueno, cosas que pasan.

Pero total qué me importa, porque a mí vino la señora Marta y me compró, yo fui la primera.

Primero me llevó al probador, y me puso, es decir, se puso a mí. Y yo le quedaba re bien, con esas tetas que tiene la señora Marta. Igual la señora Marta no estaba muy convencida. Me miró (es decir, se miró, pero conmigo puesta) de adelante, de atrás, y otra vez de adelante. Y hasta de costado! Lo que pasa es que a la señora Marta le gusta que esté todo perfecto.

Y bueno, al final me compró, porque se ve que sí soy perfecta, y la otra se quedó ahí estampada en la vidriera. Y hay que ver la cantidad de plata que pagó la señora Marta por mí, eh! Ja, la otra se debe estar muriendo de envidia ahí en la vidriera. Y bueno, yo siempre supe que era especial.

Después me llevó a pasear para que conociera los otros negocios del shopping. Paseamos un montón. Además de a mí, ella se compró un vestido de fiesta, un pantalón azul, una camperita re linda, dos pares de zapatos, tres bombachas todas de distinto color y un corpiño con push-up, pero yo fui la primera.

Y después nos fuimos a casa, y ella me puso en el ropero. El ropero de la señora Marta es enorme, tiene un lugar para cada cosa. Tiene mucha ropa la señora Marta, pero ninguna tan linda como yo. Lo que pasa es que yo soy especial, yo soy la más linda. Mariana me lo dice siempre, y yo le creo, porque Mariana es diferente, ella sí se da cuenta.

Estuve bastante tiempo en el ropero, pero la señora Marta nunca me usaba, porque decía que yo la hacía gorda. Mentira, si yo no le hacía nada, yo me quedaba quietita en el ropero hasta que ella me sacaba, pero después siempre me volvía a poner en el ropero, decía que yo la hacía gorda. Nada que ver. Además yo no tengo la culpa de que ella haya engordado.

Y después agarró y me tiró en el tacho de la basura, qué guacha.

Pero qué me importa, porque después me encontró Mariana en el basural donde yo estaba. Me acuerdo que me lavó, me lavó, me lavó, y me puso a secar a la soga. Y después, cuando yo ya estaba seca, me puso, es decir, se puso a mí. Y puso una sonrisa así de grande.

Ja, la señora Marta debe estar arrepentida por haberme tirado a la basura. Pero ahora no vuelvo con ella ni aunque me venga a buscar... Yo me quedo con Mariana!

Además Mariana es re buena conmigo, me lava con mucha espuma y me deja perfumada, y siempre que tiene que viajar a la ciudad me elige a mí, porque yo soy la más linda. Y siempre nos vamos a pasear, pero ella me cuida para que yo no me manche.

El ropero de Mariana es mucho más chico que el de la señora Marta, pero a mí me gusta más porque siempre está más calentito.

Y bueno, yo siempre supe que era especial.

...Además, si cree que va a adelgazar tirándome a la basura, está muy equivocada. Así no se adelgaza.

Monday, October 1, 2007

De Colores y Dictaduras

Y, ésta vendría a ser la versión desteñida del asunto, digamos. A mí me hubiese encantado tener un blog colorido de verdad, con letras de todos los tamaños y formas. Me lo había imaginado con maripositas de colores revoloteando por ahí; lleno de orugas, cienpiés, caracolitos... en fin, todo lo que suelen tener los blogs coloridos.

...Pero no, porque la empresa bloggeriana no busca ser la excepción a la regla, y como tantas otras empresas, también ella se empeña en recortarnos la libertad: te dan un par de fonts, unos pocos colores y te dicen "elegí"... Y vos todavía les tenés que dar las gracias. (Y lo peor de todo es que éste es tan sólo un pequeño aspecto de una dictadura mucho mayor y globalizada, digo yo).

No obstante, y si me disculpan esta repentina falta de modestia, si bien mis escritos no son lo que se dice un derroche de talento (más bien todo lo contrario), considero que tienen suficiente color propio como para no necesitar andar pidiendo prestado por ahí. Los hay amarillo-patito, rojo-pasión, verde-esperanza. Los hay también azul-maravilla, y hasta marrón-caca (y es que sobre gustos no hay nada escrito, dicen).

Asimismo, doy por sentado que mis -estimados- lectores serán lo suficientemente sensatos como para saber pintar a cada uno de ellos del color adecuado, valiéndose de la imaginación que, como es sabido, ha sido y será siempre el mejor pincel.



Pd: De todas formas, quien quiera mandarme algún que otro dibujito (pero hecho a mano, no comprado!) para matizar la cuestión, será más que bienvenido.

Todas

Manuela no para de llorar.
Natalia (porque en el fondo todos tenemos alguna Natalia aunque nos cueste tener que confesarlo) escribe unos poemas de lo más horrendos.
Lorena se peina todo el día, es insoportable.
Todas estamos muy tristes desde que te fuiste.


pd: Mariela tocaría el piano, si supiera.

Saturday, September 15, 2007

Los Patito-kuera van a la Laguna-pe

(las frases: - tan disímiles - tácitamente presente - destinos enredados - sustancia adictiva - Sócrates - lo indefinible - otra vez sopa - hablaremos)




Sentados en el suelo, narguila en mano, me contarás las cosas más espantosas, y yo, contra toda predicción posible, no escaparé.

Intentaremos una y otra vez definir lo indefinible, de todas las maneras posibles.

Te regalaré la nubecita que encontraré en la vereda.

Recibiré un inesperado abrazo cuando te diga que me gustaba Saar por su olor a chicle.

Comidas tan disímiles como paçocas, tabule y naan poblarán nuestra mesa.

El incierto fantasma de Sócrates rondará sobre nosotros en cada conversación, tácitamente presente.

Te contaré, con lujo de detalles y muriéndome de verguenza tooodos, todos mis problemas, y aún así no protestarás “otra vez sopa”.

Nunca, pero nunca, entenderé qué es lo que entendés, y qué no.

Seré feliz cuando me digas que descubriste el color violeta.

Lloraré cuando me digas que el pan es una sustancia adictiva.

Hablaremos en paraguayo, porteño, peruano, chileno.

Nos asombraremos ante los Grandes Avances tecnológicos y culinarios (hacer copy-paste, recalentar buñuelitos).

Estudiarás atentamente mis zapatos o los pliegues de mi pantalón con parches, mientras hablamos de cualquier cosa.

Alemania, Bahía, Ushuaia, Canadá, son sólo algunas de las puntas de la madeja enredada de destinos de madeja de destinos enredados que son nuestras vidas, Costa Rica, El bolsón, Praga...

Más

Piden más. Siempre quieren más. Dicen que no les alcanza, no se dan cuenta.

Son sólo números.
Los números son abstractos. No se pueden tocar, no se pueden comer. No se pueden amar. Pero ellos no se dan cuenta. Gente estúpida.

Usan un reloj-despertador chiquito de plástico, con un chillido espantoso. A ellos les gusta. Lo usan todos los días.
Y entonces se levantan y toman una mierda de agua marrón con gusto a barro. A veces lo acompañan con un pedazo de pan duro. No sé cómo les puede gustar eso.
Temprano. Son gente que no sabe disfrutar de los pequeños momentos que ofrece el día. Se levantan temprano, cuando todavía es de noche. Gente idiota.
Y se van. Tienen la manía de viajar una hora diez apretados como ganado en ese tren, mezclando por el camino los olores del sudor, del alcohol, del cigarrillo barato. Del pegamento. Los niños aspiran esa mierda de pegamento, en vez de ir a la escuela y aspirar cocaína.
Gente enferma.
Y después llegan, corren, levantan, bajan, suben, sudan, sufren. Les encanta sufrir. Dicen bueno señora, sí señor, y reciben gritos, y más gritos. Y agachan la cabeza. Les gusta que les griten. Encuentran en ello un placer sexual, o algo.

A veces piden más, y no les dan. Para qué quieren más, no les alcanza con lo que tienen. No se dan cuenta que son sólo números. Números en un papel. Gente necia.
Y cuando se hace de noche se vuelven a tomar el mismo tren, como si no les alcanzara con tomárselo una vez al día. Los ojos inyectados en sangre por el trabajo, por el vino en cartón, por los cigarillos baratos, por el pegamento, por el cansancio. Ni un poquito de maquillaje.
Abren la puerta y ven una mujer fea, demasiado flaca, que les pide dinero que ellos no tienen. No sé para qué quieren dinero. No se dan cuenta que son sólo números, números en un papel.

No, no se dan cuenta, son tontos.
Y hay chicos. Varios. De distintos tamaños, todos iguales. La cara sucia, el pelo mal cortado. No conocen nada mejor. No les interesa. Comen eso que la mujer preparó un rato antes sobre el tacho con fuego al que van agregando pedazos de cartón para que no se apague. Unos pedazos de papa y de zanahoria en estado de putrefacción hervidos en un caldo aguachento y algo más que no sé qué es, creo que ellos tampoco lo saben. Cómo les puede gustar eso. Lo devoran haciendo ruido con la cuchara, ruido con la boca. Gente ignorante.
Y toman más vino de cartón. Y se van a dormir en esos colchones gastados, tres niños por colchón.
Y llueve y las goteras por los agujeros del techo de chapa.
Y tienen sueños de mierda, no sé cómo pueden vivir así.
Y al día siguiente lo mismo (les encanta).
El mismo reloj-despertador, la misma mierda de agua marrón con gusto a barro (hoy no hay pan). El mismo tren, los mismos olores. La misma señora y el mismo señor. Los mismos gritos.
Corren, levantan, bajan, suben, sudan, y la pala en la cabeza de la señora. Sufren, sudan, suben, bajan, levantan, y el martillo en la cabeza del señor. Abren la cajafuerte del señor, saquean la casa de la señora.
Y huyen.
Y lloran, porque entonces entienden. Entienden que son sólo números.
Gente miserable.

Esa gente

Esa gente que viaja de Rosario a Buenos Aires y le lleva años la adaptación y sufre horrores porque en Buenos Aires al Carlitos se lo llama Tostado y no
se le pone ketchup y por eso no es lo mismo le falta algo;

Esa gente que satisface sus necesidades físicas y espirituales con mermelada de frutillas y clases de yoga y su sed intelectual con libros de Galeano;

Esa gente que cree tener una mente amplia porque una vez oyó nombrar a los chinos y entonces cree que se las sabe todas pero en realidad nunca se animó a salirse un poquito de su matriz que en realidad es ínfima o sea que en realidad no se las sabe nadas;

Esa gente que pasivamente cree que los problemas se resolverán por sí mismos y se sientan pasivamente a esperar como quien se queda sentado esperando la carroza de las soluciones a sus propios problemas sin haberse sentado antes a reflexionar a tener un momento de reflexión un memento para poder estar seguro de que la tal carroza existe realmente;

Esa gente que no cree en Dios pero que va a la iglesia por las dudas;

Esa gente que le teme a su propia libertad y entonces para evadirla se casa y tiene dos o tres hijos y se compra una casa y un auto y se mete en deudas como si esto fuera inevitable y después se queja de que la casa de que el auto y de que los hijos no le dejan vivir le quitan la libertad pero le gusta quejarse porque así se siente más real cree que ése es el show de un hombre real y le encanta sentirse real;

Esa gente que se sabe de memoria los nombres de las últimas nueve reinas de Inglaterra y los repite y los repite como esperando vanamente encontrar en ellos un mantra mágico el camino a la sabiduría;

Esa gente que se cree muy viva y habla de la vida pero en realidad está muerta está muerta en vida nunca escuchó hablar del efecto mariposa anda mariposeando por la vida dejándose llevar por el azar dejando a su paso desastres cagadas por doquier al pasar al azar en un atroz efecto mariposa;

Esa gente que sólo ve lo que quiere ver y no ve la pistola desnuda reluciente lustrosa radiante reposando en una mueca sobre la mesada de su cocina masticando expectante el momento del pequeño sutil disparo bum que acabará con su vida con su efímera intrascendente pequeña vida que;

A veces tengo miedo de parecerme a esa gente.

Te explico:

(las frases: - Gran pez - Pesadilla antes de Navidad - El cadáver de la novia - Jugo de escarabajo - En pie - El ojo del huracán - El velo del dolor - El daño que provoca)




No debe ser tan difícil, será como separar la clara de la yema del huevo, pasa que la repostería no es lo mío... Si me pedís un omelette todo bien, sólo hay que batir un poco... Pero en esto de separar la clara de la yema no soy muy experta que digamos...
Yo soy buena en revolver las cosas, no en separarlas.

Veamos... si seguimos con el ejemplo del huevo, la realidad vendría a ser la yema, redonda, amarilla, compacta; y la clara es la ficción, amorfa, chorreante...

La realidad son cuatro ojos verdes que me miran cuando salgo del baño, como diciéndome "por qué tardaste tanto?" y yo que me disculpo "es que no sabía que me estaban esperando!". Es este café que degusto como si fuera lo más grandioso del día, fingiendo no darme cuenta de que cada vez tiene menos sabor a café y más sabor a jugo de escarabajo, malditas fábricas de café instantáneo. Es este pequeño intento de persona que me sonríe con esa sonrisa de duende que tiene, y yo que me quedo muda pero después me animo y se lo digo: "ktantón cara de duende" preguntándome si entenderá lo que digo, y respondiéndome "claro que entiende". Es el tipo que aparece cada tanto arruinándome los mejores momentos, como una pesadilla antes de navidad; se cree el gran pez pero como todo gran pez, terminará pescado. Es el cadáver de la novia del gran pez que rodará petrificado en cuanto sepa la buena nueva. Es este juego de esconder los sentimientos, no sea cosa que alguien sospeche que en realidad sí sentimos. Es el daño que provoca este juego en todo nuestro cuerpo.

La ficción es todo lo demás, es esta forma de pasar el tiempo que queda entre la realidad que vivimos hoy y la que nos tocará vivir mañana. Es el ojo del huracán que me mira expectante. Es el velo del dolor, que lo empaña todo (o quizás eso es parte de la realidad?). Es el color. Sos vos (vos decís que sos real, pero yo no estoy tan segura de ello). Es esta pandilla de pitufos que dicen ser "los limados" y que no hacen más que sacudir palabras, palabras tan ficticias como ellos ( ...vos decís que sí existen, pero cómo te puedo creer si vos mismo probablemente seas parte de esta ficción). Es creer que todo saldrá bien. Es creer que todo saldrá mal. Es esto de comerse un yogurt diet con gusto a "torta casera de manzana y nueces". Es creer que nuestra entereza seguirá en pie a pesar de todo. Es este juego de hacer de cuenta que sentimos, sólo para no sentirnos tan vacíos en este mundo demasiado real.

Esperá, me parece que me estoy confundiendo... A ver, empecemos de nuevo:

La realidad es todo lo demás, es esta forma de pasar el tiempo que queda entre la ficción que vivimos hoy y la que nos tocará vivir mañana. Es el ojo del huracán...

Desde el Sur

Qué sé yo, no sé cómo explicártelo, si supiera me resultaría todo mucho más fácil, no te parece?

Quizás este silencio tenga algo que ver con lo que siento, esta tarde gris, silenciosa y áspera... Sí, ya sé que recién es mediodía, algo de lucidez todavía tengo a pesar de mi edad. Pero es que después de todo mediodía siempre llega irremediablemente la tarde, y no me preguntes cómo, pero yo ya sé que esta tarde en especial será de color gris; hay otras que son celestes y hasta verde botella, pero ésta será gris. Es que cuando uno llega a viejo, empieza a ver las cosas con premeditación, es algo que aprenderás con el correr de los años. Y con premeditación uno se va alegrando o entristeciendo por las cosas que van a pasar, mucho antes de que sucedan.

Debe ser este silencio tan profundo, en el que sólo se escucha el ruido de la heladera, que también está vieja y ya no ruge de placer como en otras épocas, sino que se limita a rumiar pensativa (quién sabe cuántas nostalgias revivirá, la pobre) y las voces de algunos pibes que por fin salen a jugar, a comunicarse. El resto es pura soledad, y ese gustito a encuentro desencontrado, a desencuentro encontrado... Vos me entendés.

Trato de recordar el último café que compartí con cada uno de ustedes, y no consigo. Y entonces me doy cuenta de que es una suerte no poder recordarlo, porque eso significa que fueron tantos...
El caminito que nos lleva del uno al otro es tan impredecible, tan sutil y tenue, que cuando se borra por una brisa cualquiera, uno ya se pierde y no sabe cómo volver. Y lo peor es que esos frágiles caminitos, tan insignificantes e incluso invisibles para los demás, son para mí lo único que realmente vale la pena, la única razón para seguir palpitando (por ese palpitar)... Caminitos que cuando no están, se convierten en kilómetros y kilómetros de aire, imposibles de atravesar sin naufragar en el intento, una y otra vez...

Ellos allá, en el norte, pretendiendo ganar cada batalla. Nosotros aquí, en el sur de todo, calladitos, porque al sur siempre se lo tiene como olvidado...

Pero no por nada alguien dijo alguna vez que "el sur también existe", che. Y no por nada ese alguien era un poeta. Sin ir más lejos, para darte un ejemplo, la mujer que me alberga, bien podría abandonarme un día cualquiera, pisotearme y dejarme tirado en el cordón de la vereda, desangrado. Y después, claro, conseguirse otro, más joven y con más facha. Porque al fin y al cabo cuánto mide un corazón, cinco, diez centímetros de diámetro? Cuánto costará uno nuevo, dos, tres pesos? cinco, como mucho?? Y sin embargo, yo todavía no me puedo explicar por qué es que no lo hace, esta simpática y misteriosa mujercita.