Sunday, October 7, 2007

Especial

Yo siempre supe que era especial, lo que pasa es que la gente no se da cuenta. La gente es así, es medio tonta la gente. Y bueno. Suerte que Mariana es diferente.

Yo nací en una fábrica, ahí era medio feo, porque había mucho ruido. Y además eran todas iguales. Pero yo siempre supe que yo era distinta. Yo se lo decía a ellas, pero ellas no me creían. Y bueno.

Después nos pusieron a todas en una caja, y era un lío. Estábamos todas amontonadas, y no se veía nada porque estaba todo oscuro. Y cuando nos llevaban en camión era un mareo! Menos mal que ya se terminó esa época.

Después estábamos en un negocio re lindo en un shopping, pero no vi cómo llegamos ahí porque estaba todo oscuro en la caja. Yo quería que me pusieran en la vidriera, pero la pusieron a la otra. Y bueno, cosas que pasan.

Pero total qué me importa, porque a mí vino la señora Marta y me compró, yo fui la primera.

Primero me llevó al probador, y me puso, es decir, se puso a mí. Y yo le quedaba re bien, con esas tetas que tiene la señora Marta. Igual la señora Marta no estaba muy convencida. Me miró (es decir, se miró, pero conmigo puesta) de adelante, de atrás, y otra vez de adelante. Y hasta de costado! Lo que pasa es que a la señora Marta le gusta que esté todo perfecto.

Y bueno, al final me compró, porque se ve que sí soy perfecta, y la otra se quedó ahí estampada en la vidriera. Y hay que ver la cantidad de plata que pagó la señora Marta por mí, eh! Ja, la otra se debe estar muriendo de envidia ahí en la vidriera. Y bueno, yo siempre supe que era especial.

Después me llevó a pasear para que conociera los otros negocios del shopping. Paseamos un montón. Además de a mí, ella se compró un vestido de fiesta, un pantalón azul, una camperita re linda, dos pares de zapatos, tres bombachas todas de distinto color y un corpiño con push-up, pero yo fui la primera.

Y después nos fuimos a casa, y ella me puso en el ropero. El ropero de la señora Marta es enorme, tiene un lugar para cada cosa. Tiene mucha ropa la señora Marta, pero ninguna tan linda como yo. Lo que pasa es que yo soy especial, yo soy la más linda. Mariana me lo dice siempre, y yo le creo, porque Mariana es diferente, ella sí se da cuenta.

Estuve bastante tiempo en el ropero, pero la señora Marta nunca me usaba, porque decía que yo la hacía gorda. Mentira, si yo no le hacía nada, yo me quedaba quietita en el ropero hasta que ella me sacaba, pero después siempre me volvía a poner en el ropero, decía que yo la hacía gorda. Nada que ver. Además yo no tengo la culpa de que ella haya engordado.

Y después agarró y me tiró en el tacho de la basura, qué guacha.

Pero qué me importa, porque después me encontró Mariana en el basural donde yo estaba. Me acuerdo que me lavó, me lavó, me lavó, y me puso a secar a la soga. Y después, cuando yo ya estaba seca, me puso, es decir, se puso a mí. Y puso una sonrisa así de grande.

Ja, la señora Marta debe estar arrepentida por haberme tirado a la basura. Pero ahora no vuelvo con ella ni aunque me venga a buscar... Yo me quedo con Mariana!

Además Mariana es re buena conmigo, me lava con mucha espuma y me deja perfumada, y siempre que tiene que viajar a la ciudad me elige a mí, porque yo soy la más linda. Y siempre nos vamos a pasear, pero ella me cuida para que yo no me manche.

El ropero de Mariana es mucho más chico que el de la señora Marta, pero a mí me gusta más porque siempre está más calentito.

Y bueno, yo siempre supe que era especial.

...Además, si cree que va a adelgazar tirándome a la basura, está muy equivocada. Así no se adelgaza.

No comments: