Tuesday, April 7, 2009

Deja vú

Era invierno, era noche, y no paraba de llover. De cuando en cuando relampagueaba. Yo estaba sentado como siempre en el viejo sillón de mimbre que me pinchaba un poco la espalda pero tendría que acostumbrarme, porque era el único que tenía. En la tele otra vez esa maldita película de ciencia ficción que ya había visto miles de veces pero que no sabía cómo se llamaba: él le pasa un dedo al piano, arrancándole un dorremifasol bastante deplorable, mientras que en el pequeño cuarto en penumbras el otro tortura a la muchacha hasta dejarla inconsciente. A unos metros de allí, los lobos aúllan a la luna, o tal vez a Júpiter. De repente un flash, un deja vú de otra época. Será invierno. Fue de noche. En la luna o tal vez en Júpiter, los lobos torturan otra vez a la muchacha, que tendrá que acostumbrarse. De cuando en cuando le he pasado un dedo al piano, arrancándole un aullido que me pinchaba un poco la espalda. En la tele él estará sentado como siempre en el maldito sillón de mimbre, viendo esa deplorable película de ciencia ficción hasta dejarlo inconsciente. A unos metros de allí, el otro -al que ya habría visto miles de veces pero que no supiera cómo se llamaba- ha relampagueado un dorremifasol bastante viejo, porque era el único que tenía, mientras que en el pequeño cuarto en penumbras no paraba de llover.

Hielo (150 palabras)

Era muy frío. Más frío que el arroyo en invierno, más frío que un beso de la mujer que no te ama. Y no tenía color, parecía un pedazo de aire duro, algo así como un soplido de los dioses capturado por el tiempo.

Quedaron largo rato observándolo en cuclillas, sin decir palabra. Algunos niños corrían asustados; otros, más osados, intentaban acercársele, pero sus madres presurosas los alejaban de allí apavoradas.

Uno a uno acudieron los sabios de la tribu, pero incluso los más añosos no habían visto una cosa así jamás.

Finalmente se decidió enviarlo al Gran Maestro, famoso por sus tantas profecías cumplidas. Él sabría qué hacer.

Grandes fueron los preparativos para el gran viaje que los llevaría hasta allí. Sólo los mejores podrían hacerlo.

El sol bajaba y el cielo oscurecía cuando finalmente llegaron. Pero para ese entonces del gran bloque de hielo ya no quedaba nada.

Ta Te Ti

"Ta-te-ti
Suerte-pa-ra-tí
Sino-sera-para-tí
Sera-pa-ra-mí.
Choco-late-con-ma-ní".

Bien lo vaticinó Newton: lo que sea que caiga, caerá de arriba hacia abajo. Ta Te Ti.

El cuerpo tenso, las piernas listas para empezar a correr. Antes que caiga. Abajo, pero dónde. Sinoseraparatiseraparamí.

Newton y su manzana; por qué será que en cada capítulo de la historia siempre hay una manzana. La historia dibuja manzanas, las manzanas escriben historia.

La manzana es roja, la muerte es negra.

Todo lo que ha de caer, hará BUM al estrellarse contra

Contra qué.

Chocolateconmaní.

La muerte es roja, el miedo es negro.

Suerteparatí.

La manzana es dulce, el miedo amargo.

La muerte es dulce.

Sinoseraparatiseraparamí.

La muerte es una manzana.

Chocolateconmaní mancha la ropa, el miedo mancha la vida.

Dar la vida a cambio de

A cambio de qué.

Manzanas. Chocolateconmaní. El no. La nada. Ningún fin justifica los medios. Ningún medio...

El camino de la manzana de arriba hacia abajo es el mismo camino de la muerte de arriba hacia abajo es el mismo camino del miedo de arriba hacia abajo es el mismo camino. Trayectoria. Línea recta. BUM.

El cuerpo cansado, la mente tensa. Las piernas temblorosas cansadas de estar listas para empezar a correr. Cansadas de Ta Te Ti, cansadas de BUM.

Cansadas de Chocolateconmaní, de Newton y de las manzanas que caen siempre en la misma trayectoria el mismo camino de arriba hacia abajo por culpa de Newton que vaticinó que todo lo que ha de caer caerá de arriba hacia abajo.

Matemos a Newton, exterminemos a las manzanas.